domingo, 28 de agosto de 2011

Mi vida con el narco

El testimonio inédito de un reportero del norte del país cuya vida fue invadida por el narcotráfico


Uno

Estaba a cinco meses de casarme, acababan de ascenderme en el periódico y parecía que por fin había llegado la hora en que iba a poder vivir completamente del periodismo. Entonces comenzó una época que las autoridades llamaron “la guerra contra el crimen organizado”. Los primeros días no fueron malos. Creí que se presentaba la oportunidad de hacer grandes cosas. Tenía un nuevo equipo de trabajo, dispuesto a jugársela conmigo, y ese equipo me hacía sentir cierto liderazgo, algo halagador si trabajas con gente profesional que te tiene en cuenta para tomar decisiones y comenzar a actuar. Era la luna de miel, aunque la experiencia de mis antecesores me advertía que aquel periodo sólo duraría unos meses antes de que comenzaran los problemas que me harían aventar el cargo y hundirme en la soledad. Estaban equivocados. La luna de miel terminó mucho antes.

vida

Duró exactamente una semana y terminó la tarde en que ejecutaron a Iván, un agente de la Policía Municipal que me pasaba información y dominaba el centro de la ciudad. Lo había conocido en mis tiempos de reportero en la calle, cerca de las ambulancias, las patrullas, el mundo de los oficiales. Iván conocía los nexos criminales de los jefes policíacos y las bandas, sabía la ubicación de tienditas y picaderos, y podía identificar para quién trabajaba cada puchador. Platicaba mucho conmigo, pero nunca me dejaba apuntar.
—Nomás te estoy platicando —decía—. No apuntes y allá tú si lo publicas.

Una tarde, cuando estaba por terminar mis labores, me avisaron que por la zona sur oriente de la ciudad un comando armado lo había ejecutado. El chofer de un camión alcanzó a ver cómo lo tenían hincado varios hombres con el rostro cubierto, gritándole que se había pasado de lanza y que por eso iban por él. Supe que lo habían asesinado por la información que pasaba, que la corporación policíaca a la que había pertenecido estaba infiltrada por criminales. Un compañero de trabajo me dijo:
—Las cosas se están poniendo calientes. Nos están diciendo que le bajemos de huevos.
—Está bien, chaparrito —respondí—. Pues entendimos el mensaje y ya.

Su muerte se perdió entre las 100 ejecuciones que se habían registrado en la ciudad a lo largo de 2007 y que duplicaban las ocurridas el año anterior. Al comenzar 2008 se había alcanzado esa misma cifra en sólo dos meses. A fines de marzo habíamos contabilizado 214 víctimas y yo había descubierto que mi nuevo empleo poseía grandes desventajas: el teléfono sonaba a cualquier hora de la madrugada, ganaba sólo un poco más de sueldo y tenía, en cambio, el triple de trabajo. Me pasaba el día encerrado en la oficina, extrañando las calles y la urgencia de la nota diaria, obligado a atender trámites burocráticos de la Gerencia, Recursos Humanos y Publicidad.
Pasaba el tiempo sintiendo que los días deberían tener 28 horas, porque 24 eran insuficientes.

Un día cualquiera de marzo de 2008, a las siete de la noche, me dirigí al estacionamiento del periódico. Pensaba cenar algo con mi novia y luego ir a descansar. Subí a la camioneta, encendí el motor y entró una llamada de un número desconocido. Luego supe que no venía de la telefonía móvil sino de la satelital. No supe si debía responder. Llevaba trabajando 12 horas seguidas. Al fin, me ganó la curiosidad. No fuera a ser una emergencia. Hoy asocio aquella llamada con un poema de Ungaretti:

Lejos, lejos
como a un ciego
me han llevado de la mano.


Contesté:
—Licenciado, un gusto saludarle, licenciado. Me recomendaron que hablara con usted para platicar de… bueno, es que, mire, pues nosotros no queremos problemas con ustedes, ¿sí me entiende, patrón?, es que queremos que nos echen la mano, porque son chingaderas lo que están haciendo con nosotros y pues no queremos actuar a la mala. A nosotros no nos gusta meternos con los que nomás hacen su trabajo, sabemos que nomás hacen su trabajo, pero también nos están chingando, les dicen que nos estén chingando y ya no sabemos cómo hacerle… ¿sí me entiende, licenciado?

Desde luego que lo entendía. Recordé que unos días antes un comandante de la PGR, que para variar fue ejecutado tiempo después, me había dicho que unos conocidos suyos querían hablar conmigo. La confianza que tenía con ese comandante no era tanta como para que se aventara a proponerme cualquier clase de complicidad. Apenas me había deslizado que alguien quería hablarme. Hice como que no entendí y le pedí, la última vez que nos vimos —pues comúnmente hablábamos por teléfono y nos mandábamos correos electrónicos— que me mandara a sus conocidos a la oficina para atenderlos.

No fueron a verme, pero optaron por el teléfono. En la primera llamada aquel sujeto me habló de su organización, La Empresa, con un código casi secreto. Habló de “los de enfrente” (así llamaba a sus rivales cuando estaba de buenas, porque de malas no los bajaba de hijos de la chingada), y habló también de mis colegas de otros diarios, a los que compraban con unos dólares a fin de que éstos omitieran algunos datos y les echaran la mano difundiendo rumores, o “quemando” a quienes ellos querían poner en el foco de atención de las autoridades.

—Nosotros conocemos cómo es usted para trabajar, patrón, por eso le pedimos que nos vayamos por las buenas, al fin que pues no le caería nada mal una ayudadita para su casa, su familia… nomás díganos, que ya sabe que estamos a sus órdenes, si tiene algún problema con alguien, si lo andan molestando, quien sea, nomás me dice y nosotros nos encargamos, sin que usted se manche las manos. Yo voy a buscar la forma de encontrarlo, de mandarle un mensajito, de unos cinco o seis mil dólares, es con lo que nosotros podemos apoyarlo, licenciado. A los que nos apoyan allá en Juárez o Parral o allá en Durango, o así, pues los apoyamos con menos, con unos cuatro, pero sabemos que usted es profesional y nos puede echar la mano… piénsela, patrón, yo lo busco mañana a ver qué me dice, a ver cómo nos podemos ayudar.

Pude distinguir que entre cada bulto de palabras el hombre aspiraba, tosía, bebía, fumaba, en ese orden. Se estaba metiendo toneladas de cocaína mientras hablábamos. A su alrededor se oían gritos, carcajadas, pláticas.

Respondí:
—Oiga no, no, no, no se apure. Le agradezco mucho la intención, pero usted sabe, son muchas broncas, en mi trabajo son muy delicados los jefes, así que no se apure.
Pero estoy a sus órdenes, amigo, nomás hábleme cuando se le ofrezca y vemos qué podemos hacer, con mucho gusto.
El hombre aspiró, tosió, bebió. Luego dijo:
—Pero no se apure, le digo que nosotros no nos metemos con los que no se tratan de pasar de lanza con nosotros. Yo sé que usted nomás hace su trabajo, por eso el jefe, de Juárez, ¿sí sabe quién es mi jefe?, pues mi jefe me pidió que le hablara primero yo, pero él le va a hablar para ponerse a sus órdenes, para que le diga lo que quiere, lo que necesita, y luego que él me diga yo me encargo de buscarlo, licenciado… Sin compromiso, de verdad, es sólo una compensación si nos echa la mano de vez en cuando.

El corazón me estaba latiendo a todo vapor, no sabía qué decir para desligarme de cualquier cosa que pudiera poner en riesgo mi integridad. Atiné a responder:
—No, mire, después uno se mete en problemas, ¿qué tal si alguna vez no le puedo echar la mano? ¿Se imagina? Me iban a andar correteando, hombre, y mejor para qué nos metemos en broncas, ¿no le parece? Dígale al señor que muchas gracias, que ahí estamos a la orden, estamos pendientes, nomás háblenme con tiempo para lo que se ofrezca, no se apuren.
—No, licenciado, es que me dijeron que le dijera… —y se oía que aspiraba, que fumaba, que daba un sorbo antes de continuar—. Es que el patrón me pidió que le dijera que nomás nos eche la mano, en lo que usted pueda, ¿verdad? No se sienta comprometido, ¿verdad? Nosotros sabemos que usted pues cumple con su trabajo como siempre, muy bueno, muy bueno, pero estas chingaderas de repente se ponen difíciles y pues ahí se necesita que nos echen una mano… Usted sabe, pues nomás a veces que les meta un chingazo a esos hijos de la chingada, o a veces que nos diga cómo anda el agua, que nos ayude, a veces se trata de nuestra gente y pues a veces no queremos que salgan los nombres o cosas así, ¿me entiende?
—Claro que sí, lo entiendo, pero le digo, cuando pueda echarles la mano con mucho gusto, y no se apure, ahí estamos a la orden —le dije, mientras trataba de descifrar su código, sin lograr hacerme del escenario completo de los problemas que enfrentaban ambas bandas.
—Gracias, patrón, yo lo busco más tarde o mañana para ponernos de acuerdo, para entregarle lo que le mande el jefe que anda en Juárez, pero en cuanto lo vea y que él me diga yo lo busco para ponernos guapos con usted. Y lo que se le ofrezca, no se apure, nosotros lo protegemos para que usted no ande preocupado.
No pude analizar lo que me habían dicho realmente, ni lo que yo había respondido. Traté de digerir lo hablado con esa persona que me llamaba patrón y licenciado, y era extremadamente servil y educada si no se tomaba en cuenta su voz aguardentosa y las aspiradas constantes que interrumpían la fluidez de su plática. Me pregunté: “¿Hasta qué grado te has involucrado?”.

De cualquier modo guardé el contacto en mi celular bajo el nombre de Juan. Pensé que me podría servir de algo tener un contacto de nivel dentro de la mafia. No tardé en agregar a mi agenda otro contacto, al que llamé Secretario, y uno más al que nombré La Empresa.
Había comenzado mi relación con el narco.


Dos

—Buenas, patrón, qué dice… Oiga, cómo vio lo de Parral, yo les pedí que lo regresaran por seguridad nomás, no quería molestarlo, una disculpa porque no quería que lo molestaran, pero estaba muy caliente por allá. De todos modos cómo la vio. Estos puercos hijos de la chingada nos levantaron a cuatro morritos, puros lepes, hombre, eran mi gente… pero hijos de la chingada les matamos a madre al cabrón que nos estaba chingando, ¡les partimos su madre para que sepan con quién se meten esos marranos! Aquí en Chihuahua tengo toda la información, si quiere ahorita nos vemos, para decirle como estuvo todo —me decía Juan por teléfono, mientras yo manejaba, el domingo 6 de abril, a las dos de la madrugada, por la carretera Parral-Chihuahua. A mi lado iba dormido mi compañero Pablo.
—Pues bonito susto me metieron. Yo nomás iba a hacer mi trabajo, pero sus muchachitos están cabrones, muy maleducados para hablar. Ahora vengo en la carretera todo asustado. Mejor mañana platicamos.

Faltaba más de una hora de camino y no pensaba llegar a Chihuahua para reunirme con un narco en plena madrugada. No después de viajar a Parral en forma urgente para cubrir una balacera que había dejado seis muertos. No después de que unos sujetos me hicieran volver con malas palabras.
—Como quiera, licenciado, nomás le quería pedir de favor que cuidara a mis muchachos, son puro jovencito que andaba jalando bien, nomás le encargo que no salgan sus nombres en los periódicos, ni las fotos. Por la familia. Se nos hace gacho por la familia —me decía aquel tipo de voz aguardentosa que de jefe, patrón y licenciado no me bajaba.

Agregó:
—Y dígame cómo le hacemos para entregarle el encargo, que aquí lo traigo, calientito, porque me pidieron que lo tratara muy bien. El patrón anda en Juárez, ahorita hablé con él y me dijo que le hablara, para que no se arriesgara por allá, y para darle lo que le dijimos.

vida2

—No’mbre, no se preocupe, después del susto nomás quiero llegar a dormir, mañana tengo jale muy tempranito, yo pensaba quedarme por allá en Parral pero pues ya me saltaron otras broncas. De todos modos estamos al pendiente, nomás avíseme.

El hecho de tener comunicación tan seguida con ellos comenzaba a preocuparme. Tuve más de 150 kilómetros de carretera oscura para ir pensando lo que había pasado. ¿Hasta dónde me estaba involucrando, hasta dónde llegaría la relación y hasta qué punto sería sostenible?
—Buenas, qué dice, patrón, ¿ya llegó a Chihuahua? —insistió Juan por el celular, que ya estaba casi descargado, poco después de las tres de la mañana.
—Apenas vengo llegando, compa. ¿Qué hay de novedades?
—Pues seguimos igual, licenciado. El jefe anda encabronado por lo que pasó, ya sabemos quiénes fueron, fue un pinche flaco pendejo de Durango que se metió para acá, que desde hace mucho anda chingando para meterse por acá, pero ni madres que lo vamos a dejar. Es un pinche flaco que se siente muy bule. Lo vamos a reventar al pendejo como le andamos reventando a su gente al güey; queremos quemarlo. Dice el patrón que si nos ayuda para quemarlo en los periódicos, en la internet, para que los pinches guachos vayan por él, a él sí lo dejan jalar en la sierra, en Durango, los tiene bien compradotes el hijo de la chingada…
—Mañana vemos ese pedo, ¿no? Es que ando bien fregado, ya necesito irme a dormir, me venía durmiendo en la carretera.
—Sí, señor, nomás le hablaba para decirle eso que nos pidió el patrón, pero de todos modos él mañana le habla, para ver si nos vemos por ahí, si quiere con un paquetito, con todo el kit, ¿sí le pone a esa madre?

Le dije que sí, que a veces le ponía, pero hacía un buen rato que no.
—Es que ando medio enfermo, pero mañana vemos ese pedo, a ver dónde nos vemos.

Pura madre, pensé. No me voy a andar drogando y menos con unos narcos. Comenzaba a pensar, por cierto, cómo tenía que hablar ante ellos. Por alguna razón, si ellos comenzaban a utilizar malas palabras yo les respondía de la misma forma. Nunca he sido mal hablado. Pero algo me hacía ponerme al mismo nivel. De cualquier forma, insistí, pura madre que voy a verlos, mejor que todo sea por teléfono.


Tres

Una madrugada, mis “amigos” me avisaron que en unos minutos iban a matar a determinada persona que andaba de “chapulín”, es decir, que dejaba su bando para irse con los rivales, ya fuera de vendedor, transportista o sicario. Era muy perturbador despertar en la madrugada con el sonido del teléfono, que yo siempre acostumbraba dejar con el volumen más alto para poder escucharlo, y venir a enterarme que alguien más, uno de tantos, estaba a punto de ser acribillado. Era demasiado para mi conciencia. No sabía cómo actuar. Tampoco a quién recurrir. Una noche me pidieron que me acercara a la carretera a Juárez, porque acababan de dejar a un encobijado. Me vendían la información como exclusiva. Tan exclusiva que yo podía enterarme de esa muerte muchas horas antes de que algún testigo le informara a la policía. El dilema era siempre el mismo: denunciar o no. Decidí que no me correspondía hacerlo. Mi trabajo de periodista se limitaba a dar cuenta de los hechos. Además, tenía claro que lo que estaba en riesgo era mi integridad. Más tardabas en denunciar que los criminales en darse cuenta. No era un cómplice voluntario. Era, simplemente, otra víctima del temor. Me sentía en riesgo al trabajar, al andar en la calle, al llegar a mi casa, al contestar el teléfono.

Decidí dejarlo sonar. No contestarlo más para dar por terminada mi relación con La Empresa. Compré un nuevo aparato, cuyo número le di a mis conocidos poco a poco. Y entonces vino un cambio. Me llegaron mensajes al periódico llenos de reclamos. De “patrón” y “licenciado” me convertí en “compa”. Y yo, que no podía explicar por completo mi actitud, porque los evadía, terminé por desesperarme. Vivía lleno de temor ante la posibilidad de tener un conflicto con La Empresa. Alguna vez me habían invitado a Puerto Vallarta “para platicar”. Pude excusarme alegando los preparativos de mi boda. El tiro me salió la culata, pues al enterarse de la fiesta quisieron ser “padrinos con lo que se me ofreciera”. Esos tiempos habían quedado atrás. Una tarde me llamó el hombre registrado en mi lista de contactos como Secretario, que ocupaba un nivel más alto que Juan.
—Oiga, ya bájenle, ¿no? ¿Cuánto les está pagando el ejército? Nos están poniendo una chinga, siempre contra nosotros, siempre nos acusan de todo, pero a los otros cabrones no les hacen nada. Hay otros cabrones que son los que traen todo el desmadre, nosotros sólo nos defendemos, pero de ellos no dicen nada, al contrario, como aquellos están arreglados con el ejército y ustedes también, a toda madre, nomás a nosotros nos traen jodidos.
—Espéreme, espéreme mi compa, no sé de qué está hablando.
—No se haga, son chingaderas: dice ese pinche general Juárez que somos unas cucarachas, pero cómo no dice eso de los que les pagan a los guachos en la sierra.

Ellos pasan cualquier chingadera por la sierra, pasan lo que sea en camiones enteros y nomás se arreglan en los retenes, allá en la carretera a Piedras Negras, en la de Guadalupe y Calvo, ¿cómo eso no dice el pinche general ese? Además, ésas no son palabras de un general, pinche viejo mal educado.
—Pues así son los generales, pero tiene razón, no son palabras de un general.
—Va a ver ese pinche general, ya le caímos a su gente ahí en la zona militar, y se lo va a cargar la chingada. ¿Y ustedes por qué lo hacen? ¿Quién les paga? Si es por dinero ya le dije que vamos a arreglarnos, mi compa. Porque es así o es por las malas, nosotros sabemos todo de ustedes, mi compa, tienen familia, sabemos dónde viven, qué hacen, con quién se andan moviendo…
—No, señor, ¿cómo que con quién me ando moviendo? Ni madre, yo sólo ando trabajando, pero está cabrón, todo les molesta. Si no son ustedes son los otros, está cabrón trabajar así. Ni modo, mejor mando el jale a la chingada y mándeme una lista para saber a quién puedo tocar y a quién no… ¿Sí me entiende? Si usted realmente sabe todo el movimiento, entonces bien sabe que nomás estoy haciendo mi jale.
—Mire, yo no soy como aquellos culeros que no respetan, yo si veo que nomás andan haciendo su jale está bien, conmigo no hay problema, aguanto los trancazos… pero no estoy tan seguro que usted nomás esté haciendo su trabajo, porque, oiga, ya son muchas, nomás para nosotros, y todavía dice que somos amigos…
—¿Y cómo quiere que le haga? Yo no entiendo ni madre, un día me habla usted, luego me habla Juan o La Empresa y me dicen una cosa, puras claves, es que no les entiendo, o sea no sé cuándo se están chingando a uno de los suyos, cuándo a uno de los otros… Está cabrón. ¡Y luego hablan del otro lado y amenazan con que nos va a cargar la chingada o el ejército también presiona. ¡Está de la chingada estar en medio! De perdida ustedes saben en qué andan metidos, pero yo no, y si no me quieren chingar ustedes son los otros, son los militares o los pinches policías, ¡nomás ustedes saben qué se traen!

vida3

Secretario no entendió la desesperación que le expresé a gritos cuando decidí jugármela con la verdad. Al contrario, tomó lo que dije como una ofensa. Me acusaba —según deduje cuando me puse a interpretar las conversaciones con él que me daban vuelta por la cabeza— de estar trabajando para el bando opositor o para el ejército, por lo que en mi ejercicio como reportero reflejaba nada más la versión de sus rivales. En realidad —y sólo yo sabía eso—, a la hora de escribir relataba lo que sabía, lo visto en el lugar de los hechos, lo que apuntaban las investigaciones, nunca suposiciones propias ni ataques a uno de los bandos en disputa.

Pero ellos no lo interpretaban igual. Tenían su propio código de comunicación. Leían las noticias según su conveniencia y, como el león cree que todos son de su condición, siempre pensaban que había algo detrás. Nadie, ni el reportero más avezado, es capaz de saber qué tan complejas son las historias que los narcos tejen en sus cabezas cuando cualquier información aparece publicada.
—Pues nomás le digo que nosotros sabemos todo de ustedes, dónde viven, dónde están sus familias, qué hacen. Piense en eso, mi compa, no se ande pasando de lanza.


Cuatro

Era natural que la cantidad de muertos, que rondaba los 500 hacia el mes de abril —luego de un año durante el cual se habían registrado más de dos mil decesos por ejecuciones—, dejara una huella profunda en la gente de las ciudades. Al final de cuentas eran decesos trágicos que marcaban recuerdos indelebles. Casi no había calles importantes, grandes avenidas, donde la muerte no asomara la cabeza. Cualquiera que caminara por esas calles recordaba por fuerza alguna ejecución. Una en aquel local, otra en ese restaurante, otra más en aquel estacionamiento.

El extremo del absurdo era que, aun con las calles patrulladas por el ejército, en todo el corredor norte de las drogas, en los estados fronterizos de México, los cárteles y sus células, lejos de desplomarse, se habían multiplicado.

Ahora los delitos comunes también eran atribuidos al crimen organizado y, para colmo, las bandas tenían agentes de relaciones públicas que, igual que lo hacen los partidos políticos, llamaban a los medios de comunicación para pedir neutralidad. Hablaban de parte del Chapo Guzmán, quien se sentía muy golpeado por tal periódico o tal televisora, o de parte de La Empresa, que veía a los medios muy cargados a favor de los de Sinaloa. Los medios de comunicación en poblaciones como Culiacán o Juárez tenían historias impublicables que sólo circulaban entre los reporteros de la fuente policíaca. Entre ellas, las de sus contactos con el crimen organizado, generalmente un mando de buen nivel encargado de opinar, declarar y orientar al reportero, tal como lo hacen los voceros de cualquier estructura de gobierno.

Valerse de los medios como estrategia política, eso fue lo que hicieron los narcos al avanzar en su lucha contra las pocas corporaciones oficiales que los combatían en serio. Siguieron también sus planes de relacionarse con reporteros, darles información y hacerlos cómplices aunque fuera de manera forzada.
—Ya sé quién dio el pitazo de lo que pasó en la mañana, mi amigo. Pero le marco y le marco y no me contesta —me reclamó Secretario una tarde, cuando había mandado una edición de lujo para el día siguiente, con la detención de tres integrantes de su banda. Para variar, me pidió modificar la nota. Lo hizo de muy mala manera. Se encontraba molesto.
—¿Ah sí? ¿Quién fue? —le pregunté.
—El hijo de la chingada es policía estatal y ya lo tengo ubicado. Anda por la carretera a Aldama. Por si gusta acercarse, en media hora le aviso dónde queda el cuerpo.
Cada vez se habían vuelto más descarados a la hora de informarme de cosas que no me importaba saber, al menos, no de forma tan adelantada.

Veinte minutos después, sonó el celular.
—Está en tales calles, con un dedo cortado metido en la boca para que se le quite lo pendejo.
Pensé: “Como si no se le fuera a quitar lo que fuera ya estando muerto”. Pero el chiste no me hizo gracia. La noticia anticipada de esas ejecuciones me retorcía la conciencia, como si yo hubiera sido el autor material. Me la retorcía aunque trataba de desligarme. La única solución era renunciar, pero no podía hacerlo en medio de la crisis, con un bebé en puerta y con la vida llena de obligaciones y responsabilidades.

A veces, al conocer el móvil de los crímenes, me daba coraje oír que la gente, alejada por completo del problema del narco, acostumbraba decir: “Pues si lo mataron debió ser porque andaba en malos pasos”. Esas palabras no me dolían por ellos, por los muertos, sino porque me aterraba la posibilidad de pasar por lo mismo, de ser la víctima, y de que a mis familiares fuera a llegarles la frase: “Pues si lo mataron fue por algo”.

Ese “fue por algo” llegó a retumbar violentamente en mi cabeza, hasta hacerme confrontar a todo aquel que lo pronunciaba. Me ganaba algunas críticas, por supuesto, por salir con mi cantaleta sobre cómo estaría la familia de la víctima, su esposa, sus hijos, sus padres, al tener la incertidumbre de por qué habría ocurrido la ejecución. No debemos juzgar, me repetía, porque sabía cómo se las gastaban quienes sin pudor alguno llegaban por uno y terminaban matando a tres. Era la pena de muerte, no aplicada por el Estado, sino por el crimen.

No había manera, sin embargo, de limpiar la memoria de los fallecidos. Era humana y matemáticamente imposible, pues la cantidad de muertos y la cantidad de los que sí estaban metidos en el narcotráfico convertían aquello en una empresa imposible de realizar.
Habían quedado lejos los tiempos en que yo era “patrón” y “licenciado”.
—Mire, mi amigo, me vale madre cómo le haga, pero no quiero que salga nada, ni el nombre ni el asesinato, nada, que no salga ni una sola noticia o de plano mañana tendremos que arreglarnos ya no como amigos. Yo no quería llegar a esto con usted, pero no hay de otra, dígale a su jefe lo que quiero o mañana mismo se los carga la chingada.

Fue una de las últimas advertencias. A Secretario le habían matado a un familiar, en una venganza. La víctima no tenía nada que ver con las actividades de su pariente. Me exigió que eliminara la información, que ocultara los hechos. Confieso: terminé por acceder. Y además lo hice sin respingar.
—Al cabo, al rato va a tener muchas noticias —me dijo finalmente Secretario.

Se refería a que, horas después de la muerte de su familiar, ubicó e hizo ejecutar a cuatro jóvenes, aparentemente responsables del asesinato.
Ser periodista en los peores días de la guerra contra el crimen organizado puede volverse asfixiante. La incertidumbre te mata. No es una lucha cuerpo a cuerpo, no es una batalla que uno pueda enfrentar. Es hallarse a merced de desconocidos que saben de uno mismo detalles sorprendentes. Es pelear contra nada, y luego detenerte a escuchar la voz de tu conciencia. Es temblar cuando suena el teléfono, y despertar por la noche con la frente llena de sudor. Es vivir espantado hasta de tu propia sombra. Por eso escribo este informe. Porque, pase lo que pase, quiero que mis familiares sepan que no, que yo no estuve metido en nada.

David Piñón Balderrama. Jefe de Información de El Heraldo de Chihuahua. Este relato forma parte del texto ganador del Premio Testimonio Chihuahua 2009.

lunes, 22 de agosto de 2011

Psicologia Forense: Sobre las causas de la conducta criminal.

Existen muchas causas para la conducta humana en toda su diversidad, y lo mismo aplica específicamente a la conducta criminal. El incremento de la violencia a nivel global, así como de los delitos y actos criminales, recibe ya atención prioritaria. Es así como la Convención Anual de Psiquiatría, APA ( American Psiquiatric Association), realizada en Pennsilvania en el 2002 estudió la relación de los trastornos mentales con la violencia y la conducta agresiva. Otras profesiones, gobiernos, países y organizaciones, como la Organización Mundial de la Salud se han visto obligados a atender urgentemente el fenómeno dado su amenazante y constante incremento. En Puerto Rico, ya desde el 1983 se había celebrado el Primer Congreso sobre la Criminalidad en el Colegio de Abogados auspiciado por el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP). En este ensayo quiero resumir estudios e identificar variables de causa- etiología- desde las perspectivas biológicas, sociológicas y psicológicas. NO pretendo ser exhaustiva proveyendo profundidad de análisis sino limitarme a identificar en un solo ensayo algunas de las principales variables asociadas con la conducta criminal.

Causas Biológicas
Estamos en un momento histórico crucial donde la nueva tecnología investigativa habrá de ayudar a entender mejor – con evidencia clara y contundente- el verdadero espectro de posibilidades en variables de índole biológica, orgánica, congénitas o heredadas. (Tome por ejemplo el Proyecto del Genoma Humano).
No creo que la biología pueda darnos la explicación total a la conducta criminal, pero igualmente creo que es mandatorio que todo profesional del campo de las Ciencias Sociales se actualice en estos nuevos descubrimientos e hipótesis, por cuanto es objetivo y competente reconocer aquellas condiciones fisiológicas, neurológicas, cromosómicas y anatómicas que puedan determinar algunos de los muchos casos de conducta criminal.
La gran cantidad de estudios para explicar la criminalidad en la perspectiva biológica no es un evento, moda o patrón nuevo. No obstante, hoy día las investigaciones giran explorando nuevas, o más específicas, variables que incluyen una variedad enorme de factores físicos tales como los niveles alterados de serotonina ( perspectiva bioquímica; desbalances químicos), alteraciones en el lóbulo frontal, ADD (desorden de déficit de atención), niveles altos de testosterona combinados con niveles bajos de serotonina, niveles bajos de colesterol, el efecto en general de los andrógenos, el efecto de diversas drogas auto-inducidas (ingeridas), los efectos de las dietas (enfoque nutricional), alteraciones por cobre y zinc, el efecto de traumas y accidentes, el efecto de traumas en guerras o eventos de estrés en desastres naturales (síndrome post-traumático), el efecto de la contaminación ambiental y las toxinas, hiperactividad, problemas cognitivos, el efecto del tabaquismo en la madre sobre los hijos/ as, efecto del ácido úrico, la predisposición genética, y la relación entre estados emocionales alterados (depresión y ansiedad) y la conducta criminal, entre muchos otros.
A continuación presento un breve resumen de algunos de los muchos estudios que están siendo realizados en esta área de estudio en la relación entre factores orgánicos y conducta criminal.
En cuanto a trastornos bioquímicos: Serotonina ( Serotina)
Richard Wurtman (1), ha encontrado que dietas de alto carbohidratos y bajas proteínas afectan los niveles normales de la serotonina, neurotransmisor natural que cuando está en niveles alterados o anormales tiene efectos cerebrales asociados con tendencias suicidas, agresión y violencia, alcoholismo y conducta impulsiva. Las funciones normales de la serotonina son la regulación de la excitación, los estados de ánimo, la actividad sexual, la agresión y el control de los impulsos. Algunos estudios asocian niveles bajos de serotonina con la conducta violenta-aberrante. Jeffrey Halperin (2) comparó varones agresivos con no agresivos, ambos con diagnósticos de ADD (déficit de atención) combinado con diagnósticos de hiperactividad. Se les administró la droga fenfluramina, que provoca respuestas en el sistema serotonergénico. Los resultados mostraron cambios positivos en los niños agresivos al bajarle los niveles de serotonina. Matti Virkkunen (3) cree haber identificado variaciones genéticas específicas que predisponen algunos individuos hacia la conducta suicida. Tomando casos de jóvenes ofensores violentos, descubrió que una variante del gene THP (tryptophan hydroxylase) cuyos códigos producen una enzima necesaria para la biosíntesis de la serotonina, estaba asociada fuertemente con los intentos suicidas irrespectivo a si los jóvenes eran, o no, impulsivos. Un segundo estudio demostró que bajos niveles del metabolito 5-HIAA (localizado en el líquido cerebro espinal) están asociados con pobre control de la conducta impulsiva (sobre todo en alcohólicos). Por último, estudios en monos consistentemente demuestran altos niveles de agresividad cuando los niveles de serotonina son bajos. (4)
Condiciones Congénitas: Síndrome fetal alcohólico
Estudios realizados por Ann Streissguth (5) encuentran que el 6.2% de los adolescentes y adultos que muestran niveles significativos de conducta maladaptativa nacieron bajo condiciones de Síndrome Fetal Alcohólico. Esta conducta evidenciada incluye impulsividad, falta de consideración con los demás, mentir, engañar, robar, y adicción al alcohol o drogas. También mostraron dificultad de vivir independientes a los padres, pobre juicio social y dificultades en conducta sexual, soledad y depresión. No obstante, aunque siempre se ha pensado que el alcoholismo de la madre es lo que más afecta, también se han comenzado estudios sobre el papel del alcoholismo en el padre. Estudios realizados por Theodore Cicero (6) encuentran que los hijos de hombres alcohólicos tienden a mostrar problemas de conducta y problemas en las destrezas intelectuales. Cicero sugiere que esto está directamente relacionado con el efecto del alcohol sobre los espermatozoides o las gónadas. Cicero dice que los hijos varones de padres alcohólicos tienden a dar pobres ejecuciones en los "tests" de aprendizaje y destrezas espaciales. También demuestran tener niveles más bajos de testosterona y beta-endorfinas. Las hijas (hembras) muestran niveles hormonales alterados en hormonas relacionadas a tensión reaccionando de forma distinta a situaciones de estrés a las féminas que no tienen el factor de padres alcohólicos.
El efecto de golpes-traumas y alteraciones del lóbulo frontal
Alan Rosembaum (7) realizó un estudio en los que descubre que los traumas cerebrales anteceden cambios de conducta predisponiendo hacia un incremento en violencia. Muchas de estas lesiones fueron adquiridas en la infancia tanto bajo juegos como en accidentes o producto de maltrato infantil. Su estudio fue realizado con 53 hombres que golpeaban a sus esposas, 45 hombres no-violentos y felizmente casados, y 32 hombres no-violentos pero infelizmente casados. 50% de los agresores habían sufrido algún tipo de lesión en la cabeza previo a sus patrones de violencia doméstica.
De otra parte, Antonio Damasio (8) sugiere que daños al lóbulo frontal a nivel de la corteza cerebral puede evitar que la persona pueda formarse evaluaciones de valor positivo o negativo al crear imágenes y representaciones sobre los resultados, repercusiones y consecuencias futuras de acciones al presente creando las bases de ciertas conductas sociopáticas. Estudios de Antoine Bechara (9) confirman la correlación entre lesiones de la corteza en el lóbulo frontal y conductas peligrosas tales como "hacer daño solo por divertirse"
Estudios con PET (tomografía de emisiones positrónicas; mide el insumo de glucosa al cerebro) realizados por Adrian Raine (10) demuestran que niveles bajo de glucosa a la corteza pre-frontal son frecuentes en los asesinos (sus estudios son preliminares; la muestra fue de 22 asesinos confesos con 22 no-asesinos de control) Bajos niveles de glucosa están asociados con perdida de auto-control, impulsividad, falta de tacto, incapacidad de modificar o inhibir conducta, pobre juicio social. Los autores de este estudio plantean que esta condición orgánica debe interactuar con condiciones negativas del ambiente para que la persona entonces cree un estilo de vida y personalidad delincuente y violento de forma más o menos permanente.
Efectos de Medicamentos-Drogas
Medicamentos legalmente recetados por médicos como parte de tratamiento a condiciones como epilepsia pueden tener efectos negativos aumentando la irritabilidad, la actividad y el desajuste emocional. Tal es el caso de medicinas como Mysoline que es recetada como anticonvulsivo. (11)
Efectos Nutricionales
Katherine y Kenneth Rowe (12) estudiaron grupos de niños diagnosticados con hiperactividad. Los padres les daban alimentos con colorantes como parte de sus dietas regulares. El estudio consistió en una dieta con el colorante Amarillo #5 y placebos para el grupo control. El reporte de los padres y observadores fue que se manifestó un incremento en conductas de llanto frecuente, rabietas, irritabilidad, inquietud, dificultad de conciliar el sueño, pérdida de control, y expresiones de infelicidad. Muchas de estas conductas son precisamente las que les crean problemas de ajuste escolar limitando su aprendizaje e integración a las reglas del salón de clases.
Trastornos hormonales
Ante el hecho obvio de que el hombre tiende a mostrarse más agresivo que las mujeres, las hormonas masculinas - la testosterona- ha sido objeto de estudio en la conducta violenta. James Dabbs (13) estudió 4,4462 sujetos masculinos encontrando una alta incidencia y correlación entre delincuencia, abuso de drogas tendencias hacia los excesos y riesgos en aquellos que tenían niveles más altos de lo normal y aceptable en la testosterona. En las cárceles encontró que aquellos convictos de crímenes más violentos fueron los que más altos niveles de testosterona reportaron. También encontró en los estudios de saliva de 692 convictos por crímenes sexuales que estos tenían el nivel más alto entre todos.
Alteraciones en conducta por Hiperactividad Orgánica
Rachel Gittelman (14) sostiene que varones hiperactivos muestran una tendencia alta de riesgo a entrar en conducta antisocial en la adolescencia. Esta tendencia es cuatro veces mayor a la de jóvenes que no son hiperactivos, y parecen tener historiales de más incidentes de arrestos, robos en la escuela, expulsión, felonías, etc. 25% de los participantes en el estudio habían sido institucionalizados por conducta antisocial.
Daño Cerebral
Estudios demuestran que daños cerebrales son la regla entre asesinos y no la excepción. Pamela Blake (15) estudió 31 asesinos con ayuda de la tecnología médica de los EEG’s, MIR’s y CT SCANS y con pruebas psiconeurológicas. Estos habían sido acusados de ser miembros de gangas, o violadores, rateros, asesinos seriales, asesinos en masa, y dos habían asesinado hijos. En 20 de estos casos se pudo establecer diagnósticos neurológicos claros. 5 casos demostraron efectos de síndrome fetal alcohólico, 9 casos mostraron retardo mental, 1 caso tenía perlesía cerebral, 1 caso tenía hipotiroidismo, un caso tenía psicósis leve, un caso tenía nicroadenoma en la pituitaria con acromegalia y retardo mental fronterizo, otro tenía hidrocefálea, tres mostraron epilepsia, tres lesiones cerebrales y dos demencia inducida por alcohol. Algunos mostraron combinaciones. 64.5% mostraron anormalidades en el lóbulo frontal y 29% parecían tener defectos en lóbulo temporal. 19 sujetos mostraron atrofia o cambios en la material blanca del cerebro. El 83.8% de los sujetos mostraron abuso en sus infancias, y 32.3% habían sido abusados sexualmente.
Intoxicaciones y Contaminación Ambiental
Es de reciente interés el estudio del efecto de diversas fuentes de toxicidad sobre la humanidad. Un estudio formal sobre el efecto del plomo indica que produce alteraciones en la conducta hacia la violencia y la conducta antisocial. En este estudio, Herbert Needleman (16) 212 varones de escuela pública en pittsburgh, entre las edades de 7-11, fueron evaluados en cuanto a la concentración de plomo en sus huesos mediante pruebas de rayos X’s fluorescentes. El plomo es acumulado a través de los años por diversas fuentes que incluyen la exposición a pinturas, y se observó que con el pasar de los años, según aumentaba la cantidad acumulada de plomo aumentaban los reportes de agresividad, delincuencia, quejas somáticas, depresión, ansiedad, problemas sociales, deficit de atención entre otras. Aunque los autores creen que hay factores del ambiente social que contribuyen a estas conductas, enfatizan en la importancia de prevenir la toxicidad cerebral por plomo.
Condiciones y Trastornos Mentales
Diversos estudios (17) confirman que la presencia de trastornos de salud mental incrementa la conducta violenta y antisocial. Estudios en Dinamarca identificaron en 324,401 personas que aquellos que tenían historial de hospitalizaciones psiquiátricas tenían más probabilidad de ser convictos por ofensas criminales (tanto en hombres como en mujeres) en una proporción de 3-11 veces más que aquellos que no tenían historial psiquiátrico. La esquizofrenia, específicamente, aumenta la probabilidad en 8% en hombres y en 6.5 en mujeres. El desorden de personalidad antisocial aumenta la probabilidad en 10% en hombres y 50 en mujeres de conducta homicida. Estudios en EU demuestran que el 80% de los convictos cumpliendo carcel tienen historial psiquiátrico, con historial de abuso de sustancias y conducta antisocial dependiente.
Nota Final: Este resumen no agota las posibilidades. Existen muchos otras investigaciones sobre diversos factores biológicos adicionales que pueden ser leídos en la página de "Crime Time" la cual puede accesar en la siguiente dirección: http://www.crime-times.org/
Bases Sociológicas
Así como desde la biología y la genética podemos explicar las causas de la conducta criminal como aquella que es causada por factores de herencia, anormalidades, influencias de toxicidad, anormalidades producidas por golpes, lesiones y traumas craneales, o por instintos de la especie animal, podemos analizar las causas (etiología) desde las Ciencias Sociales: desde la Sociología y la Psicología.
La criminalidad legal se define operacionalmente de acuerdo a los estatutos del Código Penal de Puerto Rico. Esta es la guía de referencia al orden público social que ayuda a identificar cuales conductas son inaceptables por tanto se formulan en normas y leyes, donde la violación de cualquiera de las reglas conlleva penas y culpas. Todo Código, en este caso el Penal, es producto de unos acuerdos histórico-sociales. Son producto humano y constituyen la solución propuesta para buscar, perpetuar y garantizar un cierto orden social. Desde tiempos inmemorables los filósofos llamaron a estos acuerdos el "contrato social". No obstante, en todo grupo social y en toda época histórica hemos confrontado la realidad de individuos que han mostrado serias dificultades de ajuste, acatamiento o adaptación a las reglas; o sea, que alguna forma de violación, o crimen, siempre ha estado presente. Algunas formas de no-acatamiento no son necesariamente crímenes, sino el embrión de cambios sociales necesarios ante la insuficiencia del sistema prevaleciente en un momento dado. Por tanto, preferimos enfocar en el crimen cuando representa peligro hacia los demás, y no persigue como objetivo favorecer o crear condiciones para cambios sociales al colectivo, sino resolver problemáticas, necesidades o intereses individuales. Algunas teorías sociológicas establecen las causas de la criminalidad en diversos procesos o factores de la estructura social:
Dr. Walker
La pobreza, la participación desigual en los recursos económicos existentes, contribuye a alienar y perjudicar a las personas que pertenecen a las clases sociales bajas. Plantea Walker que la persona pobre está sobre-expuesta a limitaciones y frustraciones que les hacen reaccionar de tres formas: (a) tratar de lograr las metas y aspiraciones aprendidas socialmente usando medios desviados e ilegítimos, por ejemplo, con la venta de drogas; (2) puede reaccionar agresivamente ante la frustración de sus metas no logradas, ejemplo, desahogando su coraje en vandalismo; (3) se adaptan a su pobreza con resignación, fatalismo, pasividad, falta de fe hacia su futuro, falta de confianza, entre otras cosas; por ejemplo, viendo el delito pero no haciendo nada por detenerlo.
Dra. Madeline Román
Plantea que el crimen es un problema de la estructura social. El estado criminaliza los actos de la población con una lamentable tendencia a hacerlo en mayor proporción con los sectores en pobreza. Las definiciones del delito son instrumentos normativos que favorecen a los controles e intereses de las clases dominantes. Cree que los gobiernos han usado estrategias de corte mecanicistas en el manejo de la criminalidad, que en vez de prevenir lo que muchas veces hacen es estereotipar aún más las comunidades pobres. (ejemplos: los proyectos comunales) Denuncia Román que la única respuesta ha sido aumentar el sistema de control represivo (más cárceles, más delitos, etc) en vez de bajar y prevenir la conducta y sus causas. De otra parte, señala que el sistema de justicia criminal ha sido demasiando complejo, grande, lento, inoperante y hasta injusto en sus sistemas de manejo y aplicación de castigos. La Dra. Román cree que la presencia de un estado asistencial, la desmoralización de la gente, la falta de una distribución apropiada de los recursos contribuyen a perpetuar la hostilidad, los conflictos y la desigualdad que en algunos individuos puede provocar conducta antisocial como la única vía de salida.
Dr. Ryan
Cree que existe una tradición de "culpabilizar a la víctima", que consiste en atribuir responsabilidades a la pobreza y/o las minorías raciales y nacionales, sin plantearse un análisis ni alternativas de cambios sobre las condiciones que crearon las mismas. Cree que la política gubernamental de ofrecer justicia como un favor humanitario ( estado benefactor) y no como un derecho humano ha contribuido a cargar negativamente la justicia social. Critica que la función de los profesionales se ha limitado a la de identificar la víctima como ofensor y no la de prevenir las situaciones/ condiciones que estimulan el conflicto. La culpabilización de la víctima tiende a afectar doblemente a los individuos en condiciones de pobreza, ignorando la violencia institucional y confinándola falsamente a solo ciertos sectores.
Prof. Ruth Silva de Bonilla
Considera que parte del problema de la criminalidad es que muestra una tendencia de dejar fuera de su definición los crímenes de los poderosos. La población clase media y pobre ve como pasan impunes delitos cometidos por gente en clases económicas altas, como las medidas punitivas son más severas con el pobre y demasiado laxas con el rico, y esta desigualdad en la administración y aplicación de las leyes crea descontento y hostilidad. En estas posturas reseñadas hasta aquí existe un elemento común: los/ as autores /as piensan que el delito ocurre porque la sociedad permite, mantiene o fomenta ciertas condiciones de desigualdad al acceso o garantía de satisfacciones mínimas básicas entre los individuos que componen la sociedad, y permite y legitima, de esta forma, la carencia de recursos, dejándoles a estos individuos la posibilidad de optar por estrategias ilegales para conseguir la satisfacción de sus necesidades. Otras posturas culpabilizan a patrones y actitudes modernos como el consumerismo. El antropólogo social puertorriqueño, Dr. Seda Bonilla, plantea que los valores han sido sustituidos -de aquellos del bien común y del crecimiento del ser por aquellos que tienen que ver con lo que se tiene materialmente-. Es su planteamiento que hemos cambiado la cultura del ser por la cultura del tener. Este cambio ha hecho que la obtención de valores materiales se convierta en una meta superior a otras como la honradez, la sencillez, la humildad, entre otras.
La tendencia hacia el urbanismo, con sus consecuentes variables como hacinamiento, individualismo, industrialización no-planificada, el centralismo, ha sido una de las consecuencias de la transformación social y económica del país. Según la postura de la psicóloga Victoria Muñoz Mendoza, el crecimiento desmedido poblacional en la zona urbana, particularmente la Zona Metropolitana, creó zonificaciones que dejaron sin núcleos tradicionales a estas áreas ( las plazas, los parques, etc), creando núcleos de urbanizaciones inconexas, haciendo que se pierda el espacio público de compartir social. Los mecanismos tradicionales de las comunidades rurales o de menor población se pierden en estos centros de masa. Entre los fenómenos que incrementan urbanamente está la comisión del delito y la dificultad de identificar a los delincuentes.
Los factores del conflicto social son otra forma de identificar causas de la criminalidad desde la perspectiva sociológica. Podemos observar como los elementos estructurales y funcionales de todo sistema social tienen tendencia a integrarse por consenso social lo que lleva a la consecución de un orden social. La dinámica misma de la sociedad y la cultura provocan tensiones que se expresan en diversos conflictos sociales. La historia de la humanidad es la historia de la confrontación de intereses entre los diversos grupos que han existido creando diversos tipos de conflicto por presión poblacional, por estratificación social, por control del poder o por escasez de recursos. Los efectos que provocan los conflictos como guerras, revoluciones, o anomía social son parte de lo que puede incrementar violencia y en otros casos crímenes. El conflicto social a veces es manejado con violencia y actos delictivos como forma de resolver los problemas interpersonales. Randall Collins desarrolla una teoría del conflicto social que se resume como sigue: las personas son intrínsecamente sociables, pero tambien estan predispuestas al conflicto en sus relaciones sociales puesto que el conflicto suele producirse a nivel de las relaciones sociales porque una o muchas personas tienen siempre la posibilidad de utilizar la coerción violenta en su interacción. Collins creía que las personas buscan maximizar su estatus subjetivo y que su capacidad para hacerlo depende de los recursos que tengan. Cree que las personas persiguen su propio interés; así, los conflictos son posibles por que los conjunto de intereses pueden ser radicalmente opuestos.
Tres puntos son importantes en su teoría: En (1) primer lugar creía que la teoría del conflicto debía centrarse en la vida real mas que en las formulaciones abstractas. Collins considera que las personas no son totalmente racionales y reconoce que son vulnerables a impulsos emocionales en sus esfuerzos por lograr la satisfacción. En (2) segundo lugar creía que una teoría de la estratificación desde la `perspectiva del conflicto debía examinar los factores materiales que influyen en la interacción; (3) en tercer lugar Collins, afirmo que en una situación de desigualdad, los grupos que controlan los recursos suelen intentar explotar a los que los que carecen de ese control.
Perspectiva Psicológica
La Psicología mantiene un cuerpo de teorías y modelos que nos permiten entender y visualizar la conducta criminal desde varias perspectivas o Modelos que integran la biológica, la social y la psicológica:
Como reacción orgánica: Desde el modelo psicobiológico
Plantea que las causas de la conducta están en la herencia, en la genética, en daños congénitos ( ocurridos durante el embarazo o en el parto), en exposición a ambientes de contaminación ambiental, por defectos, mutaciones, anormalidades físicas, accidentes, traumas fisiológicos o daño cerebral. Esta variables fueron explicadas en detalle en la primera parte de este ensayo. Para entender la conducta criminal desde una perspectiva orgánica debe hacerse una evaluación clínica médica que pueda confirmar o descartar la presencia de alguna de estas condiciones, antes de partir a diagnosticarla como conducta de causas psicológicas. Si se confirma la causa orgánica, la persona se considera enferma y no debería ser tratada como un delincuente común ya que la raíz de su conducta está determinada por impulsos y condiciones deterministas que nada tendría que ver con sus capacidades mentales, su raciocinio, o libre voluntad. Estas condiciones orgánicas le harían no responsable de sus actos, por tanto podría cualificar para defensas tales como GBMI ("guilty, but mentally ill"; culpable pero incompetente mental)
Como reacción emocional: Desde el modelo intrapsíquico (Freudiano)
Plantea que las personas son particularmente vulnerables en la primera infancia a traumas, complejos, conflictos no resueltos que quedan archivados en el inconsciente. Personas que sufren maltrato infantil, crianzas rígidas o extremadamente laxas (sin estructura ni reglas parentales), relaciones inadecuadas con los adultos, dificultades en la identificación sexual correcta, tienden a desarrollar respuestas emocionales disfuncionales mientras crecen. De no ser atendidas correctamente estas experiencias negativas y ansiógenas permiten el desarrollo de reacciones neuróticas, psicóticas en algunos extremos, que habrán de manifestarse en la vida a partir de la adolescencia. Para muchos freudianos la conducta antisocial es la base de la conducta criminal, y para que esto ocurra la persona debe haber desarrollado una personalidad antisocial. Esta a su vez es el resultado de los traumas inconscientes que dominan la conducta adulta aunque la persona desconozca- o no reconozca- las causas en su pasado. La persona que comete delitos es una persona con un problema médico-psicológico. Se considera enferma emocionalmente. Este modelo es el que sirve de base para las defensas legales por locura, ya que no contempla que la persona sea responsable de sus actos, y de serlo, no concibe que la persona, por su enfermedad, tenga capacidad de reconocer las implicaciones de la misma.
Como reacción aprendida: Desde el modelo conductista
Plantea que en principio todo en el ser humano, menos los reflejos, es producto del aprendizaje, un proceso acumulativo de cambios que ocurren en el organismo de acuerdo a la experiencia, conductas que buscan un objetivo adaptativo dependiente y relativo a los estímulos que se reciben del ambiente social externo en el cual está insertada la persona. La personalidad y la conducta es el conjunto de reacciones aprendidas por premiación de acuerdo a las contingencias externas. Por tanto, en este modelo, la conducta criminal es adquirida mediante aprendizaje si resultara útil, adaptativo e instrumental hacia metas (que también son aprendidas). Esta concepción es mecánica y plantea que el ser humano, cuando comente delitos, lo hace como reflejo de lo que ha aprendido en su ambiente social. En el sistema penal, la persona es responsable de su conducta aprendida y debe ser sometida a los procesos correspondientes de justicia.
Como reacción a la socialización: Aprendizaje Social: Desde la perspectiva Psicosocial
En este modelo se combinan dos modelos(cognoscitivo y conductual) planteando que el ser humano adquiere la conducta mediante un proceso de exposición, moldeamiento e internalización de valores, actitudes, conductas y normas (socialización primaria y secundaria). Se plantea que puede ocurrir por imitación ( Bandura) en donde hay presentes tres factores: a) un motivo que induzca al cambio, conciente o inconsciente; b) un modelo que indique la dirección del cambio (quiero comportarme como alguien que he visto); y c) una recompensa (si me comporto como esa persona, lograré el mismo beneficio que él logró con esa conducta). Otra forma de aprendizaje social es por aprendizaje vicario, que consisten en aprender por las experiencias ajenas sin tener que pasar directamente por la experiencia ( por ejemplo, lo que vemos en la tv o en el cine) También puede aprenderse mediante las necesidad por el equilibrio cognoscitivo. De estas tenemos tres teorías predominantes: ( 1) teoría del equilibrio de Frtiz Heider; (2) teoría del equilibrio cognitivo-afectivo de Rosemberg y Abelson; (3) teoría de la disonancia cognoscitiva de Leon Festinger. En la primera se pierde el equilibrio cuando alguna necesidad no está satisfecha y las relaciones (condiciones) de vida no son positivas y en donde pertenecer a algún grupo es importante por tanto "el enemigo de mi amigo es mi enemigo". En la segunda, debe haber consistencia entre lo que se piensa y lo que se siente tanto a nivel personal como en la relación del individuo con los grupos. Si se quiere aquello que no te permite satisfacer una necesidad, o si lo que te satisface no se quiere, se crean condiciones de desequilibrio que hacen que la persona caiga frecuentemente en contradicciones e inconsistencias. En la tercera, la persona advierte que las creencias pueden chocar entre sí, y la tendencia natural es a romper la incongruencia con carácter de urgencia. Por ejemplo: "cualquiera puede llegar a ser gobernador de PR". En los tres casos la perdida de equilibrio, o consistencia, puede generar reacciones de frustración e incongruencias que pueden inducir a la persona inclusive hacia la violencia.
Conclusiones
En cada una de estas perspectivas encontramos que el grado de responsabilidad sobre los actos humanos varía. En las biológicas y freudianas, la persona que comete un delito bajo efectos de una condición, o en un estado mental disfuncional, está muy enferma y no puede enfrentar las consecuencias de sus acciones ni un proceso judicial. En cambio en las perspectivas conductistas y sociales la persona, aunque reconocida como "víctima"de una ambiente en el que puede haber estado expuesto a circunstancias negativas y deformativas, se considera responsable de sus acciones.
Bibliografía Perspectiva Biológica

LOS PERDEDORES

buenas noches "bloggers", este post, sera demasiado pobre, y lo mas seguro es que me la quieran mentar enseguida, pero me pareció muy loka esta peli y pues bueno esta muy loka pero entretenida.......


sábado, 20 de agosto de 2011

EL TEST DE HARÉ


FACTOR I

1. Locuacidad y encanto superficial.
2. Grandioso sentido de la propia autovalía.
4. Mentira patológica.
5. Engañador y manipulador.
6. Falta remordimiento y de sentimiento de culpa.
7. Afecto superficial.
8. Insensibilidad y falta de empatía.
16. No acepta la responsabilidad de sus actos.

FACTOR II

3. Necesidad de estimulución
9. Estilo de vida parásito
10. Escaso autocontrol
12. Precocidad en mala conducta
13. Sin metas realistas
14. Impulsividad
15. Irresponsabilidad
18. Delincuencia juvenil
19. Revocación de la libertad condicional

SIN FACTOR

11. Conducta sexual promiscua
17. Muchas relaciones maritales breves
20. Versatilidad delictiva

A continuación se indican para cada uno de los ítem propuestos por I tare cuáles son los elementos e indicadores que describen mejor la existencia e intensidad de su valoración, así como lo que debe buscarse y tenerse en cuenta tanto en la entrevista con el sujeto, como en la documentación disponiblepara una mejor adjudicación de la puntuación correspondiente.

Ítem 1. Locuacidad y encanto superficial

Descripción del ítem:
  • Locuaz, voluble, fácil de palabra. Conversador ameno y entretenido.

  • Encanto superficial y no sincero. Buena imagen, incluso simpático

  • Muy pagado de sí mismo. Le gusta representar su papel.

  • Puede contar historias improbables, pero convincentes.

  • Demasiado astuto y superficial para ser convincente.


En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Valorar estilo interpersonal.

  • Puede mostrarse cooperativo y sincero, pero da poca información útil.

  • Dando la impresión de contestar, puede que no haya dicho nada.

  • Parece tranquilo. No manifiesta ansiedad, incomodidad o apuro.

  • A veces es difícil determinar quién lleva el control de la entrevista.

  • Puede contar historias increíbles, o de carácter pseudointelectual, en cualquiera de las áreas filosófica, literaria, científica, artística...

  • Preocupación sobre la impresión del entrevistador.

  • A veces, son extremadamente superficiales, pero no encantadores.

Ítem 2. Grandioso sentido de la propia valía

Descripción del ítem:
  • Visión exagerada de sus capacidades y de su propia valía.

  • Muy seguro de sí mismo, terco y altivo.

  • Ni preocupado ni sensible por sus actuales problemas legales.

  • Sus actuales circunstancias son producto de la mala suerte, amigos desleales, o un sistema judicial injusto e incompetente.

  • No percibe su futuro como adverso.

  • Lo que hace en prisión no está a su altura.

  • Proyectos profesionales y académico científicos de prestigio.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Puede intentar controlar la entrevista de alguna manera.

  • Puede actuar como si estuviese dando una conferencia de prensa.

  • Hay que explorar sus autopercepciones y su autoimagen.

  • Puede asegurar que los demás le tienen miedo, envidia, antipatía...

  • Intentos de "abrumar" con conductas no verbales.

  • Percepción por otras personas en archivos.

  • Denota actitud de superioridad en su relación con otros.

Ítem 3. Necesidad de estimulación y tendencia al aburrimiento.

Descripción del ítem:
  • Necesidad crónica y excesiva por experiencias excitantes y novedosas.

  • Inusual tendencia al aburrimiento. Fuerte interés"por el riesgo.

  • Le gusta la acción al límite, vivir en la "cuerda floja".

  • Puede comentar que "necesita estar en marcha".

  • Hace cosas arriesgadas y desafiantes.

  • Prueba y utilización de cualquier tipo de drogas.

  • Se queja de lo aburrido de colegio, trabajo y relaciones largas.

  • Rehusa tareas por monótonas, rutinarias o poco interesantes.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Patrón consistente de inicio y finalización de nuevas actividades que no se justifican por razones económicas, enfermedad, etc...

  • Buscar información relevante en archivos.

  • Si hay contradicción, reevaluar entrevista.

ítem 4. Mentira patológica

Descripción del ítem:
  • Mentir y engañar forma parte de su interacción con los demás.

  • Elabora falsas historias a pesar de poder ser fácilmente comprobadas.

  • Notable facilidad para mentir tranquilamente.

  • No manifiesta perplejidad ni apuro cuando es descubierto mintiendo.

  • Encuentra explicación o excusa para todo.

  • Facilidad para volver a comprometerse después de romper reiteradamente sus promesas.

  • Engañar a los demás parece tener valor por si mismo para él.

  • Se enorgullece de su capacidad para mentir y lo expresa libremente.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Da información contradictoria sobre sí mismo y su historia.

  • A veces, es útil desafiarle con la verdad, a ver como responde.

  • Discrepancias entre entrevista y datos son contundentes.

  • .Identificaciones falsas o alias.

  • Puede tener varias historias de vida.


Ítem 5. Engañador y manipulador

Descripción del ítem:
  • Hace mayor referencia que el anterior sobre su uso de la mentira para estafar, timar, defraudar o manipular a otros.

  • Uso de intrigas motivadas por un deseo de ganancia personal sin preocupación por sus efectos sobre las víctimas.

  • Considerable grado de frialdad, autoconfianza y desvergüenza.

  • Actividades delictivas o no relacionadas con engaño y manipulación.

  • "Usa" a los miembros de su familia. Mantiene varias relaciones.

  • Prácticas deshonestas o de dudosa legalidad.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Puede autodescribirse como "estafador", "artista del fraude"...

  • Piensa que el mundo está dividido en dos partes: los que ganan y los que pierden.

  • Piensa que hay que ser estúpido para no aprovecharse de las debilidades de los demás.

  • Haría cualquier cosa por dinero.

  • Puede intentar manipular al entrevistador.

  • Tendencia a usar el tratamiento para conseguir beneficios.

Ítem 6. Falta de remordimiento y de sentimiento de culpa

Descripción del ítem:
  • Carencia general de interés por las consecuencias de sus acciones.

  • Parece más interesado por el efecto para sí mismo que por el sufrimiento que experimentan sus víctimas.

  • Puede declarar tranquilamente que no siente culpa.

  • Puede verbalizar algún arrepentimiento, pero sus actos no confirman sus palabras.

  • Fracaso en la apreciación de la gravedad de sus acciones.

  • Los demás, o las circunstancias, son realmente los culpables.

  • Atracción por actividades claramente dañinas para los demás
.
En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Hay diferencia entre lo que él siente y lo que piensa que el entrevistador quiere escuchar.

  • Habrá ensayado diferentes respuestas a la pregunta directa.

  • Buscar evidencias sobre su capacidad de sentir remordimientos.

  • Los archivos pueden ser claramente reveladores.

  • Explorar la percepción que tiene sobre las consecuencias de su conducta para él mismo y para los demás.

Ítem 7. Afecto superficial.

Descripción del ítem:
  • Parece incapaz de experimentar emociones normales y profundas.

  • Puede impresionar por su frialdad y escasa emotividad.

  • Manifestación emocional dramática, poco profunda, de corta duración.

  • Parece que está actuando. Hay poca emoción real en su manifestación.

  • Puede admitir que simula las emociones o que es poco emotivo.

  • Puede decir que experimenta emociones fuertes, pero es incapaz de describir con sutileza estados afectivos (los iguala a otros).

En la documentación v entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Inconsistencias entre la emoción y su conducta.

  • ¿Las conductas son acordes a las expresiones?

  • Valorar información cruzada de archivos e informes.

  • Entrevistas con amigos, conocidos y familiares.

Ítem 8. Crueldad y falta de empatía.

Descripción del ítem:
  • Conducta indicativa de profunda falta de empatía.

  • Indiferencia por los sentimientos y derechos de los demás.

  • Solo muestra interés por sí mismo. Es cínico y egoísta.

  • Los demás son objetos manipulables.

  • No vacila en burlarse de los demás, incluidos los que han sufrido una desgracia.

  • Cualquier apreciación de dolor, angustia o malestar de los demás es una construcción abstracta.

  • Manifestar las emociones es un signo de debilidad para él.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Descripciones casuales de las víctimas, centradas en los hechos y en los delitos. "Tengo mis propios problemas". "Cada uno lo suyo".

  • Fundamenta su actitud en el deseo o necesidad de sobrevivir.

  • Indiferente a las reacciones de familiares/amigos por su encarcelación.

  • Pueden robar a conocidos con igual facilidad que a extraflos.

  • Tratamiento cruel y sádico para con los demás. Excesiva violencia.

  • Abuso físico y psíquico con conocidos y extraños.

  • Maltrato animales.

ítem 9. Estilo de vida parásito.

Descripción del ítem:
  • Dependencia económica de otros.

  • Evita empleos remunerados, abusando de otras vías económicas.

  • Coacciona, emplea tretas o explota para conseguir lo que quiere.

  • Utilizar a los demás para subsistir no es simplemente algo temporal.

  • Los otros son utilizados como recurso para su sustento.

  • Satisface sus necesidades sin importar costes emocionales y económicos.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Puede admitir espontáneamente que no le gusta trabajar.

  • ¿Cuáles son los medios que utiliza para subsistir?.

  • Excesiva dependencia familiar.

  • Proxenetismo.

  • Se mantiene de la delincuencia.

  • No hay medios visibles de subsistencia.

Ítem 10. Escaso autocontrol.

Descripción del ítem:
  • Inadecuado control de la conducta.

  • Puede ser descrito como impaciente, explosivo, brutal.

  • Conducta violenta, abuso verbal o amenazas ante frustraciones.

  • Se ofende fácilmente. Se muestra agresivo o irritado por trivialidades.

  • De corta duración. Instantáneamente actúa como si no hubiera ocurrido nada fuera de lo normal.

  • Sus controles conductuales no son muy fuertes y se debilitan más cuando consume alcohol.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Los archivos ofrecen mucha más información que la entrevista.

  • Informes psicológicos y psiquiátricos.

  • Actitud en la detención.

  • Ataques verbales y/o físicos en prisión.

  • Violencia espontánea y no provocada.

  • Signos repentinos de irritabilidad, molestias o impaciencia.

  • Puede admitir que tiene un mal temperamento.

ítem 11. Conducta sexual promiscua.

Descripción del ítem:
  • Relaciones sexuales impersonales, casuales o triviales.

  • Frecuentes aventuras, vinculaciones casuales.

  • Selección indiscriminada de pareja.

  • Mantenimiento de varias relacionones al mismo tiempo. Infidelidades.

  • Amplia variedad de actividades sexuales. Uso de prostitución.

  • Violaciones y/o agresiones sexuales.

  • Forzamiento a relación sexual.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Entrevista es particularmente útil.

  • Obtención de información sobre conducta sexual, no necesariamente ilegal.

  • Naturaleza de sus relaciones.

  • Punto de vista sobre el sexo.

  • Puede mostrarse orgulloso de sus hazañas sexuales.

  • Archivos pueden confirmar datos de la entrevista.

  • Buscar datos sobre delitos sexuales o relacionados.


Ítem 12: Precocidad en mala conducta.

Descripción del ítem:
  • Serios problemas de conducta en su infancia.

  • Pueden incluirse mentira persistente, fraude, robos, hurtos, incendios, absentismo escolar, peleas, abuso de sustancias, violencia, fugas...

  • Suspensiones o expulsiones de colegio.

  • Contactos con Policía.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Profundizar en la infancia del sujeto.

  • Puede autodescribirse como "incontrolable", "hiperactivo"...

  • Cerciorarse que los problemas no se deben a factores familiares o subculturales.

  • El historial problemático se muestra excesivo al compararlo con el de hermanos y amigos.

  • Utilizar los archivos para confirmar datos.

  • Informes de trabajadores sociales, juzgados menores, colegio, conocidos de infancia y de grupo, etc ....

Ítem 13. Sin metas realistas.

Descripción del ítem:
  • Incapacidad para llevar a cabo planes y metas realistas a largo plazo.

  • Tiende a vivir al día y cambia de planes.

  • No piensa seriamente en el futuro ni le preocupa mucho.

  • No se muestra incómodo por la idea de no ir a ninguna parte ni tener nada estable para el futuro.

  • Puede autodescribirse como un aventurero.

  • Puede manifestar tener metas específicas, pero no sabe nada concreto acerca de cómo llegar a ellas.

  • Quiere hacerse rico por la vía rápida, a menudo ilegalmente.

En la documentación v entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Preguntarle acerca de su futuro y sus planes al respecto.

  • Compararlo con sus cualificaciones y empleos.

  • Buscar si sus metas son reflexionadas y realistas.

  • Contrastar consistencia de planes y metas a través del tiempo.

Ítem 14. Impulsividad.

Descripción del ítem:
  • Conducta impulsiva, no premeditada, carente de reflexión.

  • A menudo, hace las cosas "en un momento de arrebato", o porque se presenta la ocasión.

  • No invierte mucho tiempo sopesando los pros y los contras y las consecuencias de sus acciones para él o los demás.

  • Muchas veces, romperá relaciones, abandonará trabajos, cambiará de planes. Todo ello sin informar a los demás.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • ¿Piensa antes de actuar?

  • Buscar evidencias de impulsividad en delitos, trabajos y relaciones.

  • Delitos cometidos de forma espontánea.

  • Averiguar su punto de vista sobre la importancia de planificar.

  • Importancia de la espontaneidad en su estilo de vida.

Ítem 15. Irresponsabilidad.

Descripción del ítem:
  • I Iabitualuiente fracasa a la hora de cumplir sus responsabilidades y compromisos con los demás.

  • Ningún sentido del deber o la lealtad para personas o ideas.

  • Conductas que colocan a los demás en situación de riesgo.

  • Irresponsabilidad evidente en negocios, conducta laboral, relaciones comerciales, relaciones con familiares y amigos, descuidos...

En la documentación v entrevista debe tenerse en cuenta: Incumplimiento de compromisos y obligaciones adquiridos voluntariamente.
  • Asegurarse si está manteniendo a mujer e hijos y cómo.

  • ¿Qué hará respecto a ellos cuando sea libre?

  • Falta de voluntad para asumir responsabilidades justifican una puntuación de 1.

  • Informes de libertad condicional.

Ítem 16. No aceptación de responsabilidad.

Descripción del ítem:
  • Incapaz o no quiere aceptar la responsabilidad de sus propias acciones.

  • Generalmente tiene alguna excusa: racionalización, minimización, atribución...

  • En casos extremos puede negar las acusaciones, a pesar de las evidencias abrumadoras. Puede decir que han sido otros, no recordar...

  • Cuando acepta responsabilidad, puede minimizar o negar.

  • Puede poner a otros por medio para justificar sus acciones.

En la documentación v entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Explorar circunstancias que rodearon sus delitos y sus razones.

  • Compararlos con las que, en su día, dio a Policía, juzgado...

  • Excusas, mecanismos de justificación, distorsiones cognitivas...

  • Puede alegar abuso de sustancias, enajenación mental transitoria, personalidad múltiple, inconsciencia,..

  • Puede alegar que se veía obligado, no podía ser de otra manera...

  • También puede mostrar el mismo patrón en ámbito civil.

Ítem 17. Muchas relaciones maritales breves.

Descripción del ítem:
  • Ha mantenido muchas relaciones maritales, que implican algún alto grado de de compromiso por parte uno o de ambos miembros.

  • Incluyen matrimonios formales y de hecho.

  • Parejas heterosexuales u homosexuales.

  • Omitir el ítem si el sujeto es muy joven o ha permanecido mucho tiempo en prisión, o no ha tenido contacto con parejas potenciales (a menos que, a pesar de ello, las haya mantenido, en cuyo caso con toda seguridad se puntuará con 2).

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Preguntar por el número de relaciones.

  • Buscar en archivos compañeros/as y/o maridos/esposas legales.

18. Delincuencia iuvenil.

Descripción del ítem:
  • Grave historial de conducta antisocial durante adolescencia.

  • Incluir acusaciones y condenas por delitos y faltas del Código Penal.

  • Historial que incluya un delito grave de asesinato, intento de asesinato, homicidio, violación, lesiones, robo de vehículos, robos graves, secuestro, incendio, fraude, tráfico de drogas, accidente de tráfico con fuga, conducción temeraria... (2 puntos).

  • Posesión de drogas, hurtos menores, vandalismo, disturbios, delitos menores del Código de Circulación, violación de la libertad condicional, etc. ... (1 punto).

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Sólo contactos formales con el sistema penal.

  • Especial relevancia de la información de los Juzgados de Menores.

  • Averiguar edad de la primera detención. Insistir en los detalles del primer contacto con la Justicia y castigos y condenas.

  • El entrevistado tenderá a minimizar su historial delictivo.

  • Si no se dispone de información para contrastar, se omitirá el ítem.

19. Revocación libertad condicional.

Descripción del ítem:
  • Siendo adulto ha violado la libertad condicional o ha escapado de una institución.

  • Nuevos cargos o condenas mientras está en libertad condicional.

  • Fugas de prisión. Violación condiciones permisos penitenciarios.

  • Omitir el ítem en casos de sujetos que no han tenido contacto formal con el sistema de Justicia, salvo el delito por el que están cumpliendo condena.

En la documentación v entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Entrevista y/o datos de los archivos.

  • Si admite más delitos en la entrevista que en archivos, o no se tiene acceso a éstos, aceptar los de la primera; en caso contrario, los de los segundos.

  • Si se niega a dar esta información, y no hay más datos, omitir el ítem.

20. Versatilidad delictiva.

Descripción del ítem:
  • El historial delictivo incluye delitos muy diversos.

  • Todos los delitos, incluso los cometidos cuando no era adulto.

En la documentación y entrevista debe tenerse en cuenta:
  • Si admite más delitos en la entrevista que en archivos, o no se tiene acceso a éstos, aceptar los de la primera; en caso contrario, los de los segundos.

  • Si se niega a dar esta información, y no hay más datos, omitir el ítem.

  • Categorías:

    1 (hurto, robo con fuerza...)
    2 (robo con violencia, extorsión, atraco...)
    3 (tráfico de drogas...)
    4 (agresión con lesiones...)
    5 (asesinato, homicidio...)
    6 (posesión de armas, explosivos...)
    7 (delitos sexuales)
    8 (negligencia criminal)
    9 (fraude, falsificación...)
    10 (fugas, violaciones fianza o libertad condicional...)
    1 1 (secuestro, detención ilegal, rapto, piratería aérea...)
    12 (incendios)
    13 (falso testimonio, resistencia, atentado a la autoridad...)
    14 (evasión de divisas o impuestos, blanqueo dinero, traición, espionaje...)
    15 (cargos menores, vandalismo, daños, delitos menores...)

    6 ó más tipos, 2 puntos; 4 ó 5 tipos, 1 punto; 3 ó menos, 0 puntos.


ítem 1. Locuacidad y encanto superficial

item 2. Grandioso sentido de la propia valía

Ítem 3. Necesidad de estipulación y tendencia al aburrimiento.

Ítem 4. Mentira patológica

Ítem 5. Engañador y manipulador

ítem G. Falta le remordimiento y de sentimiento de culpa

ítem 7. Afecto superficial.

Ítem 8. Crueldad y falta de empatía.

ítem 9. Estilo de vida parásito.

Ítem 10. Escaso autocontrol.

Ítem 11. Conducta sexual promiscua.

ítem 12. Precocidad en mala conducta.

Ítem 13. Sin metas realistas.

ítem 14. Impulsividad.

ítem 15. Irresponsabilidad.

Ítem 16. No aceptación de responsabilidad.

Ítem 17. Muchas relaciones maritales breves.

18. Delincuencia iuvenil.

19. Revocación libertad condicional.

miércoles, 17 de agosto de 2011

"Superhéroes de la vida real" combaten el crimen en Nueva YorkLos "superhéroes" dicen que patrullan las calles pues quieren mejorar la calidad de vida

Los "superhéroes" dicen que patrullan las calles pues quieren mejorar la calidad de vida de los habitantes de Nueva York.

Un grupo de jóvenes en Nueva York dedicados a luchar contra el crimen han optado por vestirse como superhéroes y aseguran que patrullan las calles de la ciudad "para hacer que la vida sea mejor para todos".

"Si usted se convierte en un símbolo anónimo, puede representar a muchas más personas que sólo a una", afirma uno de ellos.

Suena como algo que Batman diría.

Y el hombre se parece un poco a Batman: lleva uniforme de combate y una máscara de cuero negro.

"Yo sólo soy un hombre con un traje", dice. "Pero estoy tratando de hacer lo que todos debemos hacer, que es mejorarle la vida a todos", asegura.

Él se hace llamar "Samaritan Prime"(Samaritano principal), pues todos los integrantes del grupo mantienen sus nombres e identidades reales en secreto.

Samaritan Prime es parte de un grupo llamado The New York Iniciative (La iniciativa de Nueva York) y uno de los cientos de personas en todo el mundo que se llaman a sí mismos "superhéroes de la vida real".

La película de Hollywood Kick-Ass, sobre la lucha contra la delincuencia, se inspira en ellos.

"Vida real"

El creciente movimiento comenzó en Estados Unidos, pero ahora incluye a personas en lugares como Birmingham y Norwich, en el Reino Unido.

Website de los Real Life Superheroes

El fenómeno no es local: cada vez hay más "superhéroes".

Esta noche, miembros de la New York Iniciative están patrullando el famoso barrio South Bronx, en busca de alborotadores y sus víctimas.

Algunos miembros del grupo, como "Cero" y "Short Cut" (Atajo), están en patineta, mientras que "Samaritan Prime" va en bicicleta.

"Battlestar" (Estrella guerrera), "Nitro" y "Deaths Head Moth" (Calavera nocturna) van a pie.

"Nos topamos con borrachos peleando, casos de abuso doméstico, robos y cosas por el estilo", le cuenta Deaths Head Moth a la BBC.

"Impedí una violación una vez. Dos jóvenes estaban llevando a una chica borracha a su casa con ellos", relata.

"Estaban hablando de todas las cosas que iban a hacer con ella. Me acerqué y les dije que se alejaran de ella", añade.

Mientras caminamos, Samaritan Prime toca la armónica.

"Armas no convencionales"

"Es más un arma que un instrumento", explica al tiempo que muestra cómo las esquinas filosas de metal pueden enterrarse en la cara de alguien.

"No hago esto para castigar a los malvados, sino para proteger a sus víctimas"

Death Head Moth

Señalando a Nitro, dice: "Mi amigo estaba en la clase donde yo enseñaba sobre armas no convencionales. Él tiene experiencia propia lo que es estar en el lado equivocado de una armónica".

"No quiero saber de la armónica nunca más", responde Nitro mientras sacude la cabeza.

La armónica es una de la serie de objetos transportados por el equipo que son legales, pero que pueden usarse para hacer daño en una pelea.

Algunos llevan guantes con clavos. Otro tiene una larga linterna de metal que puede ser utilizada como garrote.

Deaths Head Moth admite que a veces recurre a la violencia.

Asesino en serie

"No hago esto para castigar a los malvados, sino para proteger a sus víctimas. Pero algunas personas no reaccionan bien cuando se les pide amablemente que dejen de hacer lo que están haciendo", asegura.

Según las autoridades, la lucha contra la delincuencia debe estar en manos de la policía, aunque el cuerpo policial de Nueva York se negó a comentar sobre las actividades del grupo.

Cero es despectivo al respecto. "Compruebe las estadísticas", sugiere. "Ellos no aparecen por aquí", indica.

Un asesino en serie ha estado atacando a prostitutas en Nueva York. El equipo le está ofreciendo protección a las mujeres que se perciben en riesgo.

"Estamos haciendo lo que podemos. Si tuviéramos otra cosa que ofrecer, lo ofreceríamos", afirma Cero.

¿Trajes tontos?

Alrededor de nosotros en South Bronx hay evidencia de tráfico de drogas.

Según Deaths Head Moth, la presencia del grupo logra frenar la actividad criminal.

Película de Btaman (Foto: archivo)

¿Vestirse de superhéroe puede ser un arma eficaz para combatir el crimen?

"Hay pequeñas bolsas de crack. Son del tamaño de un sello de correos", señala.

Sin embargo, la jornada ha resultado tranquila y el grupo piensa que su presencia ha impedido que sucedan algunas cosas.

"Nos ven y salen corriendo", dice Samaritan Prime. "Se van a los rincones oscuros a donde se esconden todos los insectos".

"Estamos haciendo algo. Es mejor que estar sentado quejándose", añade Cero.

¿Cree él que sus trajes pueden parecer un poco tontos?

"Realmente no. Lo que usamos como uniforme es una herramienta de trabajo. Si el diseño es más elaborado, genial. Me lo han elogiado mucho".